¡Mi hija de 7 años está fuera de control! ¿Alguna vez te has encontrado con un comportamiento infantil fuera de control? A medida que nuestros hijos crecen, no lo hacen solo en tamaño. Su carácter se perfila y en pocos años vemos a una pequeña persona con su propia opinión, gustos y aversiones. En el proceso, las conductas infantiles fuera de control pueden ser un problema importante para la mayoría de los padres. No dude en buscar ayuda profesional si está preocupado por el comportamiento de su hijo. Si siente que necesita asesoramiento, es bueno unirse a un grupo de apoyo para padres. Sin embargo, conocer las causas y las estrategias de afrontamiento de comportamientos infantiles incontrolables puede ayudarlo a enfrentar mejor el problema.
Averigüe qué afecta el comportamiento de su hijo
Los niños a menudo reaccionan salvajemente cuando rechazan algo que quieren. El comportamiento descontrolado puede ser normal a cierta edad y es de esperar que el niño crezca. Sin embargo, podría ser una indicación de un trastorno de comportamiento. Para identificar qué es, debemos conocer los factores que afectan el comportamiento de los niños.
- Primero, la razón podría ser simplemente genético. Algunos niños son naturalmente hiperactivos y más enérgicos que otros. Les gusta la compañía de otras personas y harán cualquier cosa para atraer la atención. Aún así, este comportamiento salvaje puede ser aprovechado.
- Segundo, el comportamiento de los padres Definitivamente es una influencia. Es cierto que la vida es dura hoy en día. Si está demasiado absorto en sus propios problemas, el niño se siente descuidado y puede comenzar a comportarse mal solo para atraer la atención.
- Otra razón podría ser que Su hijo no sabe qué está permitido y qué no.. Así que no son conscientes de que algunas cosas son inaceptables. Y si tratas de castigarlos, se comportan mal porque sienten que esto es injusto. Tienes que imponer reglas y establecer límites dentro de los cuales el niño puede comportarse. Entonces puedes esperar el comportamiento correcto. Una regla de oro: intente cambiar su propio comportamiento y vea qué sucede. Si su hijo cambia el suyo a su vez, ¡esto es todo! Has encontrado la "raíz" del problema.
- Colegio Puede afectar fuertemente el comportamiento de los niños. Si el niño tiene problemas para aprender o realizar las tareas escolares, puede perder confianza y esto puede resultar en una actitud maliciosa.
- Comida o medicina Es otra posible razón para el comportamiento descontrolado. Lo que consumimos determina nuestra condición física y mental en gran medida. Si nota que su hijo reacciona a algunos alimentos o bebidas, es mejor que consulte a su médico. El especialista le recetará una dieta saludable. La medicación también puede afectar el comportamiento de un niño. Algunos medicamentos para el asma, por ejemplo, pueden irritar a los niños. Los antihistamínicos pueden hacer que se sientan somnolientos o hiperactivos. En cualquier caso, es mejor que consulte a un médico.
Cómo lidiar con el comportamiento infantil fuera de control
Una vez que haya determinado la causa del mal comportamiento de su hijo, ahora puede buscar una solución. Hay algunas reglas básicas que pueden convertirse en herramientas poderosas en tus manos.
1. Responder a los malos comportamientos de forma rápida y correcta
Cuando el niño hace travesuras, lanza una rabieta en público o muestra algún otro tipo de mal comportamiento, lo más inapropiado es gritarles. Por más difícil que parezca, trata de mantenerte fresco. Debes reaccionar, por supuesto. Hacer nada es igual de malo. Responde con calma, pero con firmeza. Espere a que pase la rabieta, luego explíquele al niño que tal comportamiento no será tolerado y tendrá consecuencias. Para parecer más persuasivo, puedes explicar cuáles pueden ser estas consecuencias. Si usted es persistentemente firme, los niños finalmente entienden que los ataques y las rabietas son demasiado agotadores y no los llevarán a obtener lo que quieren.
2. Establecer límites
Los especialistas afirman que hasta los 18 meses de edad, los niños pequeños prueban intencionalmente los límites a los que se tolerará su comportamiento. Es su tarea establecer esos límites y asegurarse de que el niño los comprenda. A menos que haya establecido las reglas, no puede esperar que el niño las siga.
3. Definir las consecuencias de la mala conducta.
Una vez que haya establecido las reglas, debe asegurarse de que se cumplan y definir las consecuencias si el niño no cumple. Ya sea que deba rechazar el tratamiento infantil o enviarlo a su habitación por un tiempo, los jóvenes deben entender que todo lo que hacen tiene repercusiones. Tenga en cuenta, sin embargo, que las consecuencias deben ser proporcionadas. No imponer un castigo severo por un delito insignificante. Eso enviará señales confusas al niño.
4. No cambies las reglas en el medio del juego
Sea consistente en su propio comportamiento hacia el niño. Si los castiga por un mal comportamiento un día y lo deja en el otro, el niño se confundirá y nunca sabrá qué esperar. Esto sacudirá su frágil sistema moral y su confianza en ti.
5. Sea un modelo a seguir
Podría dar un buen ejemplo a su hijo si se comporta de la manera en que usted quiere que se comporten. Los niños aprenden sobre el mundo mirando e imitando. Tú eres su persona más cercana, su pequeño mundo. ¿Quién más imitar si no eres tú?
6. No ceder a la presión
Cuando el niño está lloriqueando o lanzando una rabieta, a veces usted está listo para hacer cualquier cosa para que se detenga. Este es un grave error. Al darles dulces o lo que quieran, realmente los recompensará por su mal comportamiento, y esto los alentará a seguir haciéndolo.
7. Fomentar el comportamiento positivo
Las buenas acciones también deben tener consecuencias. La buena conducta debe fomentarse con estímulos positivos: elogios o recompensas.
8. Enseña a tu hijo el autocontrol
Esta es la herramienta más importante de todas. Si le enseña a su hijo a controlar sus propias emociones, les ayudará enormemente en su vida madura.
- Niños hasta 2 años de edad. El problema clave con los niños pequeños es la gran brecha entre lo que quieren hacer y lo que realmente pueden hacer. Es por eso que a menudo lanzan rabietas. Puede calmarlos distrayendo su atención con un juguete o puede enviarlos a una silla u otro lugar aislado durante un cierto período de tiempo. Así les mostrarás que el mal comportamiento no es tolerado.
- De 3 a 5 años. Puede continuar con el aislamiento, pero no por un tiempo limitado como con los niños de 2 años. Ahora espera hasta que se calmen. Esto mejorará su autocontrol.
- De 6 a 9 años. A esta edad los niños conocen las consecuencias y pueden elegir su comportamiento. En este punto, puede hacer que hagan un simple truco: imagine una señal de alto cada vez que sienta que tiene un ataque de ira. Enséñeles que si se detienen a pensar un poco antes de reaccionar espontáneamente, esto les ahorrará problemas.
- 10 a 12 años de edad. A esta edad los niños ya entienden sus emociones. Anímelos a pensar qué causa su enojo y analícenlos. Enséñeles a pensar antes de reaccionar ante una situación.
- De 13 a 17 años. Los adolescentes ya pueden controlar la mayoría de sus acciones. Ahora es el momento de enseñarles a pensar sobre las consecuencias a largo plazo. Anímelos a hablar y compartir sus emociones verbalmente en lugar de gritar o golpear puertas. Puede quitar algunos de sus privilegios para profundizar su mensaje.
¿Cuándo debería preocuparse por los niños fuera del control?
- La epilepsia puede causar somnolencia o distracción de la atención.
- Los problemas de audición, como la sordera o el oído pegajoso, hacen que el niño no siga las instrucciones. Esto podría significar que el comportamiento de su hijo no tiene nada de malo, simplemente no pueden escuchar lo que se les dice.
- El síndrome de Tourette, cuyos síntomas incluyen tics motores o vocales, a menudo causa problemas con el control de la ira.
- DepressionLa depresión o ansiedad patológica se suele expresar en irritabilidad y falta de concentración.
- El autismo es una condición grave asociada con la incapacidad para comunicarse, el comportamiento social inadecuado o las actividades obsesivas.
- Disorder El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección que debe diagnosticarse, porque a veces se confunde con la hiperactividad común. Se asocia con la falta de concentración y auto-motivación, que a menudo resulta en la incapacidad para completar las tareas.