Crianza de los hijos

El niño sensible - New Kids Center

Los diferentes niños tienen diferentes necesidades, y los niños sensibles pueden estar entre los más difíciles de manejar conductualmente. Puede ser increíblemente fácil molestar o incluso angustiar a un niño demasiado sensible, lo que puede hacer que la disciplina sea una tarea bastante difícil. Una disciplina altamente reactiva o agresiva puede empeorar enormemente su comportamiento, entonces, ¿cuáles son algunas de las estrategias que puede emplear con un niño sensible?

1. Mostrar empatía por la sensibilidad

Recuerde que no hay nada de malo en su hijo. Aceptar y relacionarse con la forma en que se puede sentir sobre una situación lo hará más capaz de ayudarlo. Tómese el tiempo para empatizar con su hijo y su visión del mundo. Si está trabajando bajo un concepto erróneo, no lo reprenda por ello; Si lo corrige suavemente, obtendrá una respuesta mucho más positiva.

Recuerde que la visión del mundo de su hijo está destinada a ser diferente a la suya, y que puede sentir una sensación de injusticia, miedo o soledad que puede manifestarse como enojo. Tómese el tiempo para averiguar por qué su hijo podría estar actuando.

2. Enséñale habilidades para resolver problemas

Un niño sensible podría tener una predisposición a verse abrumado por posibles obstáculos en su vida cotidiana; como resultado, algunas de las habilidades más poderosas que le puede impartir serán las de resolución de problemas. Su hijo puede tener problemas con conceptos como la forma de abordar un problema desde un ángulo diferente, pedir ayuda o dividir un problema en varias partes. Explicar y reforzar con paciencia estos conceptos será muy beneficioso para su hijo.

3. Ayude a su hijo a lidiar con sus sentimientos

Las estrategias de afrontamiento son importantes para su hijo en situaciones en las que puede no tener el espacio para expresar o lidiar con sus propios sentimientos en el momento o en la forma en que le gusta. Las técnicas de auto-calma pueden ser tan simples como contar o lanzar una pelota contra una pared; se trata de experimentar para ver qué funciona para su hijo.

Tener algunas técnicas diferentes para que él se apoye es importante, en caso de que sea imposible usar una de sus estrategias. Siempre que sea posible, debe hablar con un consejero escolar o un maestro de aula sobre las estrategias de calma que funcionan para su hijo para que pueda ayudar a su hijo a usar estas estrategias en la escuela.

4. Razón con tu hijo

Explicarle cosas complejas a un niño puede parecer contraintuitivo, pero la curiosidad de su hijo de seis años y el hambre por los hechos se pueden utilizar para su ventaja. Explicar los detalles finos a un niño de seis años de cómo funciona una vacuna puede tranquilizarlo sobre la amenaza percibida para su seguridad.

La ansiedad y la sensibilidad hacia una situación pueden distorsionar la visión de su hijo sobre una situación, por lo que a veces puede ser eficaz dar un paso atrás y hablar sobre lo que ha sucedido con él y preguntarle cuál es su percepción de la situación. Esto puede decirle mucho sobre por qué su hijo podría estar reaccionando mal a lo que está sucediendo. Quizás el mal comportamiento social tenga sus raíces en su creencia de que todos lo odian, lo cual es simplemente falso. Puede señalar a las personas que valoran visiblemente la amistad de su hijo.

5. Involúcrelo en actividades calmantes

Sobrestimar a un niño sensible puede ser contraproducente. Permítale un poco de tiempo libre todos los días para que realice actividades relajantes y relajantes, como leer, dibujar, o incluso un momento de recostarse o dormir la siesta.

A veces, los niños necesitarán un poco de tiempo para restablecerse y calmarse, y brindarle a su hijo la oportunidad de hacer esto podría evitar derrumbes y arrebatos evitables. Esta es una acción preventiva que podría hacer toda la diferencia.

6. Usa distracciones

A veces, retrasar o incluso prevenir una respuesta emocional extrema en un niño es tan simple como encontrar una distracción efectiva. Contar, leer, salir a correr, concentrarse en algo nuevo, hacer una pregunta sobre algo no relacionado: todas estas cosas y muchas Más puede difundir una potencial explosión.

7. Dale alabanza

La alabanza es una parte muy importante de reforzar el buen comportamiento, y es increíblemente importante que se elogie a los niños, ya que aún están estableciendo su autoconfianza y autoconocimiento. Asegúrese de alabar a su hijo por la valentía y el esfuerzo para lograr sus objetivos. Es importante que su elogio no dependa de la perfección o del éxito, sino que recompense los intentos que su hijo haga por el buen comportamiento.

Los niños no responden bien a los objetivos que perciben como inalcanzables, por lo que dividir la tarea masiva de buen comportamiento en partes más pequeñas puede ser increíblemente eficaz para crear una persona joven socialmente segura y responsable.

8. Hacer reglas

Establecer limitaciones y límites claros con sus hijos hará que sea más fácil imponer el buen comportamiento. Si bien es increíblemente tentador ser especialmente indulgente con los niños que son propensos a reaccionar mal a la disciplina, todavía es su responsabilidad como padre inculcar en ellos los comportamientos y valores que les darán la mejor oportunidad de convertirse en adultos responsables. Aunque puede ser difícil lidiar con la respuesta emocional potencialmente extrema de su hijo, tendrá que establecer líneas disciplinarias firmes, pero de cumplimiento calmado.

9. Evita empujarlo demasiado fuerte

Presionar a un niño sensible puede causar una reacción negativa. Si su hijo está visiblemente angustiado por una situación o actividad que le resulta incómoda, no es necesariamente beneficioso tratar de empujarlo para que lo haga. Esto puede aplicarse a situaciones sociales, actividades después de clases o grandes eventos.

Esperar demasiado puede hacer que cualquier persona se sienta ansiosa, con su hijo incluido. Antes de presionar a su hijo para que haga algo que está fuera del alcance de sus actividades normales y que no quiere hacer, pregúntese si hay otra manera de abordar la actividad.

10. Saber cuándo buscar ayuda profesional

Si el problema se está volviendo demasiado difícil para usted o para su hijo, si afecta la forma en que funciona su vida en el hogar o en la escuela, y si se convierte en una lucha para todos los involucrados, es hora de pedir ayuda. Hay muchos servicios disponibles para que los padres y los niños obtengan consejos, y la escuela o el preescolar de su hijo ya pueden tener algunos de esos servicios en funcionamiento. Pregunte a su alrededor y averigüe qué hay disponible en su área.

Mire el video a continuación para aprender más sobre el niño sensible: