La fiebre durante el embarazo siempre es una señal de alerta y se recomienda encarecidamente consultar a su médico de atención primaria a la mayor brevedad posible. Los síntomas pueden sugerir dolencias menores (como un resfriado común) pero también pueden indicar una presentación menor de un problema muy grave.
Existen varias estrategias que pueden emplearse para disminuir la fiebre durante el embarazo; A través de medicamentos u otros remedios caseros. Este texto analiza algunos consejos útiles que pueden ayudar a reducir la fiebre en su embarazo y tratar la condición de salud real que está causando la fiebre.
Posibles causas de la fiebre durante el embarazo
Durante el embarazo, el sistema inmunológico de una madre no funciona igual que antes. Es por eso que hay un 100 por ciento de probabilidades de que la condición causal pueda empeorar.
1. Infección del tracto urinario
El sistema del tracto urinario femenino se compone de uréter, vejiga, riñones y uretra. El tracto urinario es un sitio frecuente de infección debido a la invasión y multiplicación de bacterias en el revestimiento del tracto urinario. Algunas de las infecciones no son graves y se resuelven espontáneamente con el tiempo (o con antibióticos). Beber grandes cantidades de líquidos siempre es una ayuda. Haga clic aquí para conocer todo lo que necesita saber sobre la ITU en el embarazo.
Cuándo preocuparse: Si no se trata, la infección puede viajar a los riñones desde la vejiga y causar complicaciones graves, como parto prematuro, bajo peso al nacer y sepsis. Algunas infecciones urinarias son asintomáticas, pero en el caso de una infección moderada a grave, puede experimentar una gran necesidad de orinar, sensación de ardor al orinar, orina turbia o sangre, dolor pélvico, etc.
2. resfriado común
La invasión bacteriana del tracto respiratorio superior puede provocar síntomas como infección sinusal, sensación de vías nasales obstruidas u obstruidas, laringe y faringe. Una madre embarazada puede experimentar los mismos síntomas que la gripe, como fiebre, secreción nasal, tos, dificultad para respirar y dolor de garganta. Estas infecciones no son graves y pueden resolverse en un plazo de 3 a 14 días y pueden tratarse fácilmente en el hogar.
Cuándo preocuparse: En situaciones en que la infección persiste más allá de 2 semanas o si los síntomas empeoran, existe una alta probabilidad de que la causa sea muy grave (como neumonía, dolor de garganta, sinusitis y bronquitis). No se demore en tales casos y consulte inmediatamente a su médico.
3. la influenza
Si una persona experimenta escalofríos, fiebre, náuseas, tos, vómitos y dolor, entonces esto podría ser influenza. Las madres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar gripe y pueden enfermarse gravemente debido a su sistema inmunológico reprimido. Según el Instituto Nacional de Salud, los síntomas de la gripe son graves en comparación con los síntomas del resfriado.
Cuándo preocuparse: Es importante consultar al médico inmediatamente tan pronto como sospeche de los síntomas de la gripe. El médico recomendará una mayor ingesta de líquidos y un amplio descanso con algunos medicamentos antivirales para disminuir el riesgo de complicaciones y la duración de la infección. También es importante que todas las mujeres embarazadas se vacunen contra la influenza.
4. Virus gastrointestinal
Además de la fiebre, el insecto gastrointestinal puede causar vómitos y diarrea que pueden culminar en problemas graves para las madres embarazadas si no se tratan a tiempo. La deshidratación no solo puede causar contracciones prematuras sino que también puede terminar en un parto prematuro. La hipotensión, la debilidad, el mareo, el desmayo y el desequilibrio electrolítico son algunos de los efectos secundarios de una infección GI mal controlada.
Cuándo preocuparse: La mayoría de los casos leves se resuelven por sí solos con remedios caseros y al agregar líquidos y la dieta BRAT. Es importante que se ponga en contacto con su médico inmediatamente si experimenta complicaciones, como sangre en el vómito, signos de deshidratación, fiebre en desarrollo o aparición de sangre en las evacuaciones intestinales.
Precauciones y Advertencias:
Si una madre embarazada no sabe la causa de su fiebre y no está segura de la naturaleza / causa de la infección, se recomienda que se ponga en contacto de inmediato con su partera o médico general. Su proveedor de atención médica realizará un examen físico completo y puede recomendar algunas pruebas (probablemente un análisis de sangre y muestras de orina) para determinar la causa.
Si los síntomas del resfriado empeoran en pocos días o si comenzó a tener problemas respiratorios, busque ayuda médica con urgencia. Es posible que tenga una infección secundaria (infección de tórax) que requiera tratamiento intensivo.
Cómo aliviar la fiebre durante el embarazo
1. Beber mucha agua y bebidas calientes
Aumente el consumo de agua si experimenta secreción nasal, fiebre, diarrea o vómitos (debido a una pérdida excesiva e innecesaria de líquidos del cuerpo). En todas estas situaciones, consuma agua cada hora (al menos una taza) o cualquier otro líquido que pueda beber fácilmente.
Las bebidas calientes ayudan a calmar la garganta, por lo tanto, mantenga un termo lleno de caldo caliente, té descafeinado o cualquier otro jugo tibio diluido. Si siente que el abdomen está cayendo, entonces chupar las paletas o el líquido de rehidratación puede ser de gran ayuda.
2. Tener alimentos ricos en vitamina C
La vitamina C es un sanador natural y puede consumirla en forma de frutas, verduras y jugos (evite los suplementos hasta que su médico lo recomiende). Si su estómago no puede digerir fácilmente los jugos de cítricos, considere opciones menos ácidas, como papaya o mango, melón o melón. Es un buen hábito prenatal consumir las vitaminas de su elección todos los días, pero si su barriga no lo acepta, intente hacer este hábito cuando mejore.
3. Tomar ciertos medicamentos
Durante el embarazo, se suele recomendar paracetamol para tratar la fiebre. Siga las instrucciones en la etiqueta para información de dosificación y consuma de forma transitoria. Evite el uso de ibuprofeno durante el embarazo.
4. Otros remedios
- Descansa lo suficiente. La inactividad ayuda al cuerpo a mantenerse fresco y disminuye el riesgo de caídas y tropiezos debido a los mareos.
- Coloque un paño húmedo y fresco en la frente o / y parte posterior del cuello. Vuelva a humedecer según sea necesario. No se sobrecargue, ya que restringirá la circulación de aire. En vez de eso, usa ropa de algodón y cúbrete con una sábana liviana si sientes frío
- Consume una dieta equilibrada y saludable. Que contiene frutas y verduras. Esta dieta saludable te proporcionará varias vitaminas y minerales antioxidantes que ayudan a combatir las infecciones.
- Tome un baño de esponja o un baño tibio. Esto ayudará a bajar su temperatura.
¿La fiebre durante el embarazo daña a su bebé?
Una fiebre baja en el embarazo temprano no causa un problema grave, pero tener fiebre alta es peligroso para el bebé. Esto se debe a que el desarrollo temprano del feto depende de la actividad de la proteína que es sensible a la temperatura. Del mismo modo, todo el proceso de desarrollo se basa en las proteínas adecuadas suministradas en el momento adecuado.
Si la temperatura del cuerpo aumenta de 98.6 a 103 grados, entonces esta situación impide que las proteínas funcionen de manera óptima, lo que puede llevar a complicaciones desastrosas como el aborto espontáneo.
En el tercer trimestre del embarazo, cuando el bebé está completamente desarrollado, la fiebre no es un problema, a menos que se deba a una fuente de infección dentro del revestimiento uterino. Para minimizar el riesgo de complicaciones y peligros, consulte a su médico si tiene fiebre moderada.