Crianza de los hijos

¿El azúcar hace que los niños sean hiperactivos?

Es una observación común que los niños después de comer demasiados dulces y pasteles en una fiesta cambian de ser pequeños ángeles amables y afables a pequeños maníacos hiperactivos y entusiastas. Sin embargo, la razón por la que esto sucede todavía no está muy clara.

Debes haber experimentado que tus hermanos y hermanas más pequeños comienzan a hacer de tu vida un infierno viviente rebotando en la casa. Podría comenzar a pensar que están teniendo un "nivel alto de azúcar", lo que es la razón de su repentino cambio de comportamiento. Sin embargo, ¿el azúcar hace a los niños hiperactivos? ¿Es el hecho?

¿El azúcar hace que los niños sean hiperactivos?

Historia del mito del azúcar

La dieta de Feingold, propuesta por Benjamin Feingold en 1973, es considerada por muchas personas como el comienzo del mito del azúcar. Como alergista, Benjamin planteó la idea de que darles a los niños una dieta sin saborizantes artificiales, salicilatos y colorantes alimentarios podría ayudar a tratar los cambios de comportamiento como la hiperactividad en los niños. A pesar de que el azúcar no era el único alimento que estaba indicado en la Dieta Feingold para mantenerse alejado de los niños, la mayoría de los padres entendieron que el azúcar refinada era el aditivo alimentario que debía excluirse de la dieta de sus hijos.

En 1978, la revista Food and Cosmetics Toxicology publicó un estudio cuyos resultados mostraron que un bajo nivel de azúcar en la sangre o una hipoglucemia reactiva era la causa de la hiperactividad en los niños. Sin embargo, hasta ahora los científicos no han podido presentar una teoría que justifique estos resultados.

Respuestas científicas: los azúcares no son los culpables de hacer que los niños se vuelvan locos

Después de años de estudios y de realizar varios experimentos, los científicos han llegado a la conclusión de que el azúcar no puede ser responsable de causar hiperactividad en los niños ya que no hay pruebas creíbles disponibles para respaldar esta idea.

Por ejemplo, el Dr. Hoover de la Universidad de Kentucky en su estudio encontró que las pruebas clínicas realizadas en niños no mostraron signos de hiperactividad cuando se agregaron o eliminaron aditivos alimentarios de sus dietas, aunque los padres de los niños sí reportaron arrebatos hiperactivos.

Para su estudio, el Dr. Wolraich de la Universidad de Iowa reunió a dos grupos de niños, uno con una sensibilidad conocida al azúcar y el otro a un grupo de niños normales. El médico le administró a ambos grupos sacarina, aspartamo y sacarosa en cantidades iguales y los analizó en busca de hiperactividad. No encontró ninguna irregularidad o cambio de nota en los comportamientos de los dos grupos.

El Dr. Shaywitz de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale también realizó un estudio casi idéntico al Dr. Wolraich, en el que les dio a los niños aspartamo en una dosis alta, pero obtuvo resultados similares.

Sin embargo, demasiada azúcar puede causar problemas de comportamiento.Se ha encontrado que el azúcar es relajante para los niños quisquillosos o irritables. Los estudios científicos han demostrado que el azúcar libera serotonina en el cuerpo, que es un neuroquímico calmante. Por lo tanto, la hiperactividad ciertamente no es causada por la ingesta de azúcar. Sin embargo, consumir demasiada azúcar es otro caso que suele ocurrir en las fiestas de cumpleaños. Cuando un niño tiene demasiadas cosas dulces, su cuerpo comienza a producir insulina para eliminar el exceso de azúcar en la sangre. Esto crea una deficiencia de azúcar en la sangre que resulta en antojos dulces y comportamiento anormalmente hiperactivo. La mejor manera de lidiar con este problema es moderar la ingesta de azúcar por parte del niño y darle alimentos saludables junto con los dulces.

Otros culpables que hacen que sus hijos sean hiperactivos

Cualquier aprehensión sobre la dieta de un niño es algo que debe tomarse en serio y deliberarse en detalle con el pediatra del niño. Como padre, su opinión sobre los problemas de comportamiento del niño es importante, pero debe tener en cuenta que también hay otros factores en juego cuando se trata de la hiperactividad en los niños. Los factores que contribuyen a la hiperactividad en los niños son:

  • Personalidad
  • Trastornos emocionales
  • TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)
  • Problemas para dormir

Posibles efectos secundarios de demasiado azúcar

1. Cavidades

Si bien el azúcar no es ciertamente la única razón para las caries en los niños, tener demasiada azúcar es uno de sus mayores originadores de las bacterias que causan caries. Esta es la razón por la que los médicos aconsejan a los padres que no tomen jugo o leche durante el día. El azúcar que contienen puede aumentar el riesgo de caries. Por lo tanto, es mejor limitar el consumo de azúcar y hacer uso de agua fluorada para garantizar que los dientes de su hijo estén a salvo de las caries.

2. la obesidad

Aunque la obesidad no es causada solo por la ingesta de azúcar, es uno de los factores más importantes para que los niños tengan sobrepeso. Cuando los niños comen cosas azucaradas o toman jugos de frutas, consumen muchas más calorías de las que pueden quemar, lo que a la larga aumenta su peso. Tal vez, esta es la razón por la que la Academia Estadounidense de Pediatría ha pedido a las escuelas que dejen de proporcionar jugos y bebidas azucaradas a los niños pequeños al eliminarlos de los menús de la cafetería y las máquinas expendedoras. Los médicos incluso recomiendan que a los bebés menores de 6 meses no se les debe dar ningún jugo de frutas, ya que pueden aumentar significativamente el riesgo de obesidad en los niños.

3. la diabetes

Aunque el azúcar no es directamente responsable de la diabetes, tener una dieta alta en azúcar aumenta la probabilidad de desarrollar afecciones como el síndrome de resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. Cuando un niño come demasiada azúcar, su páncreas responsable de producir insulina tiene que trabajar demasiado y, finalmente, deja de producir suficiente, lo que hace que el niño tenga el síndrome de resistencia a la insulina primero y la diabetes tipo 2 más adelante en la vida.